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Carmen Gallego

IGUALDAD: UN LARGO CAMINO POR RECORRER.

Escribo este texto que fue publicado en el periódico de Aragón este sábado en el suplemento sobre solidaridad "Espacio 3". En pleno siglo XXI puede resultar extraño que las administraciones públicas se encuentren debatiendo la necesidad de llevar a cabo iniciativas para favorecer la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, a pesar del camino avanzado en estos muchos años de lucha feminista y a pesar del alto grado de concienciación alcanzado entre sectores crecientes de la sociedad, todavía es mucho trabajo el que tenemos por delante, porque frente a la aparente igualdad real, son muchos los ámbitos en los cuales se evidencia la desigualdad..

Siguen siendo habituales los casos de baja representación de las mujeres en puestos de responsabilidad (tanto en el sector público como en el privado). Sería un largo debate, pero el exigir la paridad en las listas de los partidos políticos en las elecciones es una cuestión de representación numérica (las mujeres somos el 50% de la sociedad), pero también es una buena ocasión para reflexionar sobre que modelo de política que queremos, si es la de reproducir el modelo masculino de dominación u otra forma en la cual las mujeres tenemos mucho que aportar. Por otro lado, es un hecho constatable la situación de discriminación que se sigue produciendo en algunos trabajos (en los que las mujeres siguen obteniendo menor remuneración que sus compañeros varones); o las situaciones tan graves que sufrimos las mujeres por el hecho de serlo como el acoso, los malos tratos, etc.

Esta misma semana se ha aprobado en el Congreso de los diputados la Ley de Igualdad que incide en algunos aspectos interesantes y contempla medidas transversales para combatir las discriminaciones por razones de género. Pero creemos que no es suficiente. Esta Ley lleva varias enmiendas de CHA que se nos ha aprobado de forma genérica.

Por nuestra parte, desde la Delegación de Acción Social y Cooperación al Desarrollo, en las próximas semanas presentaremos el Plan Municipal de Igualdad entre Hombres y Mujeres (Puede visitarse en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza: www.zaragoza.es para hacer aportaciones al mismo). El documento recoge numerosas acciones de sensibilización, formación y promoción de las mujeres en el empleo, la visibilización de las políticas de género en el terreno municipal, así como medidas que favorezcan los cambios culturales y sociales necesarios para que se produzca esa igualdad real.

Nos encontramos, por tanto, en un momento dulce en el que diferentes administraciones hemos puesto el acento en el objetivo de alcanzar una igualdad real entre hombres y mujeres. Es hora, por lo tanto, de avanzar juntos y juntas hacia un mismo objetivo, en el que se nos observe a unos y otras comos ciudadanos y ciudadanas con los mismos derechos. Porque si en algo nos debemos de caracterizar desde las instituciones es precisamente por fomentar que la sociedad en su conjunto participe en este proceso. El día en el que la igualdad sea una realidad nos podremos felicitar por formar parte de una sociedad que indudablemente será mucho más libre, equitativa y democrática. Con esa perspectiva debemos trabajar mujeres y hombres. El camino es largo, porque el proceso debe incluir no sólo a las mujeres del primer mundo, sino a las mujeres del resto de los llamados países del Sur que sufren humillaciones, vejaciones, violaciones y doble discriminación por el hecho de haber nacido del sexo femenino.

2 comentarios

Carmen -

Estamos en ello. Llevamos ya dos años llevando a los colegios zaragozanos un programa específico para formar al profesorado en todo lo que tiene que ver con el currículum oculto y la co educación. El gen del que hablas no nacemos las mujeres con él, sino que nos lo imponen desde bien pequeñas, ¡las propias mujeres!, es decir, nuestras madres, tías, abuelas, y las profesoras...
Son estereotipos ancestrales anclados en lo más profundo del cerebro. Pero ahí estamos. Luchando para emerger a la vida pública y social a las mujeres, para que se sientan orgullosas de lo que son, como personas, para que la sociedad no se quede sin su aportación personal (no sólo los hijos). Es un tema que me apàsiona. Seguiremos escribiendo, que diría aquella....

Channetnº10 -

Incluso las mujeres activas social y /o politicamente tenemos un chip dentro q nos impide participar con la misma dedicación q a los hombres. En mayor o menor grado el gen "de cuidar lo q tienes en casa", pareja, pareja + niños, padres mayores, ... hace mella.
Esto seria parte de una educación de "inteligencia emocional" , creo q las administraciones publicas todavia no se han planteado esto, obviamente el tema laboral, y de violencia de genero es mas acuciante.
Pero educar a las mujeres para q no se sientan culpables de sus ambiciones tiene q llegar.
saludos y orgullo!